domingo, 25 de abril de 2010

Mi hermano, el flamingo.(Maniacada, ni siquiera a cuento llega)

“They'll name a city after us
___And later say it's all our fault
_____Then they'll give us a talking to
________ THEN THEY'LL GIVE US A TALKING TO
____________Because they've got years of experience".
_______________-Regina Spektor.

______________________Estábamos Casandra y yo en los juegos del parque que simulan ser una pirámide que simulan ser un edificio que simulan ser una cueva. Que simulan ser lo que deseemos. Si corremos entre los puentes de tablas de plástico, o si nos deslizamos por el tobogán, todo depende de que deseemos que sea, para que de un momento a otro cambie. Y siempre es Casandra la que elige en que cambiara, como si es la que volteara hacia las orugas y les dijera: tú vas a metamorfosear, y la oruga se envolviera en su capullo inmediatamente, y segundos después saliera de este una mariposa que se perdiera en el cielo azul, en el viejo y confiable cielo azul. A donde también van los pájaros.
________________________Y los flamingos, me dijo Casandra alguna vez, de la que solo recuerdo que estábamos en un cubo, de esos que tienen plástico tirándola de mirilla, jugando a que estábamos en un cuartel general; cuartel general de qué, tampoco ya recuerdo, pero para qué si recuerdo: para alejarnos de nuestras madres que discutían. Si, dijo, al cielo vuelan los flamingos, estoy segura. Si, igual que todas las aves, le dije. Pero no, yo quiero que especialmente vuelen los flamingos, por que quiero que mi hermano se vaya de una buena vez por todas. ¿Tu hermano? Pregunté.
____________________________Si, mi hermano el Flamingo, comentó y me sonrió.


* * *
_________________________Cuando nació Casandra rompieron el molde, me dijo mi mamá como una simple metáfora inocente. Pero bueno, que sea inocente no significa que sea falsa. Cuando nació Casandra, le arrancaron el útero a su madre, por complicaciones post-parto, arrancándole no sólo el útero, por supuesto, sino todos estos sueños y esperanzas que ella tenía de tener un hijo que jugara con Casandra de tener un hijo del cual se pudiera enamorar y llamar “mi príncipe”. Pero sólo me tenía a mi, aunque no creo que para ella contara, por que sólo era su ahijado.
_____________________Así que Casandra aprendió a vivir en un mundo donde los juegos de los otros no importan, por que ni siquiera existen. Crees que tus padres lo son todo. Si llegas a retar a alguien, quizá sea a ti mismo, y tu perderás y tu ganarás. Mientras jugamos, al pensar en esos primeros años, Casandra suele bajar la mirada.
__________________Entonces unas vacaciones, poco antes de la vez del cuartel general, la familia de Casandra salió de vacaciones al sur, y entre los puestos de tianguis callejeros, entre los vendedores ambulantes, y las tiendas de artesanías, la mujer logró satisfacer uno de sus deseos más mundanos, pero ojo, no por eso menos extrañó: tener su propio flamingo de papel mache, tamaño persona, en la sala de su casa.
______________El flamingo es tu hermano, le decía la mujer a Casandra, cada vez que ella se quedaba viéndolo. Y Casandra comprendió una cosa: si el Flamingo era su hermano, obviamente era su hermano mayor.


* * *
___________Si, es un maldito, me dice mientras estamos en el cuartel. Si me llego a portal mal, el malo me pica la cabeza una y otra vez. Deja sus plumas regadas por todas partes, si no se come su comida, por que todos los días le llevo su plato de cereal, mis papás no se enojas con él.
________________No es justo, Sergio, no es justo.
____________________Dile algo a tus papás, digo, por no saber que más añadir.
_________________________¡Se los digo, Sergio: se los digo! Y ¿sabes que hacen los malos? ¡Se ríen! ¡Se ríen de mí! Por eso odio a mi hermano. Aunque a veces también lo quiero. ¡Pero lo odio más!
___________________________Al menos tu tienes hermano…digo en voz tan baja que no me escucha.
_____________________________Pero ¿sabes que me reconforta? Yo sé que algún día se irá volando. O quizá yo lo haga antes, por que es un guevon y nunca hace nada. Yo sé que algún día uno de los dos tendrá que abandonar el nido.


* * *
____________________________Ahora pienso: que los problemas de los adultos no atañan a los niños. Que se les permita jugar en paz por siempre que se les permita querer volar al sol y quemarse las alas y caer hasta la tierra, y que lloren por eso, sin importar si los padres del niño con quien se lleva el tuyo empiezan a tener problemas conyugales, o sean de otro nivel social, o traicionen por la espalda, o tengan opiniones distintas.

_______________________Desde aquel día no he sabido nada de Casandra. O de su hermano, el Flamingo.